Derribando mitos: ¿Son pesados los parisinos?

Cuando preparaba mis cosas para el viaje, lo primero que me dijeron y que leí en muchas partes fue “practica tu francés y prepárate porque los parisinos son gente amarga”. De hecho, cuando regresé lo primero que me preguntaban era “¿y qué tal los parisinos? son pesados, ¿cierto?”.

¿Sinceramente? Creo que son personas muy amables y agradables. Sé que muchos deben decir “esta es loca”, pero en mi caso, todos fueron tan amables. Siempre me respondian con buena actitud, si bien algunos son más toscos que otros, pero todos tenían un buen trato.

No me malinterpreten, no digo que te abrazaban a los 5 minutos y se convertían en tus mejores amigos. Simplemente digo que eran educados y te sonreían.

Así que, analizando mi experiencia y revisando los comentarios de muchos (comentarios tanto buenos como malos), desarrollé esta pequeña guía práctica “Cómo ser amiga de los franceses” (aka Guía práctica para no caer mal y llevarte bien con la gente de París).

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1. No hables inglés

En serio, el inglés creo que es tu peor aliado si visitas la capital francesa (o cualquier ciudad de Francia, la verdad).
Si bien muchos franceses hablan inglés, no es un idioma muy bien recibido. De hecho, el peor error de varios, es pensar que con nociones básicas de esta lengua se te abrirán muchas puertas, ¿la verdad? es que te encontrarás con varios portazos de por medio.

2. Practica tu francés

Como bien dice Xixerone, no es necesario que recites a Dumas pero sí que al menos tengas nociones básicas de este idioma.

Hay guías de francés viajero muy buenas. Mi favorita es la de Lonely Planet, fue mi biblia durante el viaje (mi salvación cuando me resfrié y necesitaba comprar algo para el dolor de garganta en la farmacia).

Dónde comprarla:
En Chile puedes comprarla vía BuscaLibre o en Antártica.
En el extranjero para puedes adquirir directamente desde la página de Lonely Planet.

3. ¿Era “bonyur”? Mejor digo Buenos días

Si tienes pánico o te cuesta mucho la pronunciación en francés o simplemente, por mucho que practicaste por meses cómo hablar francés básico no entiendes ni una cosa de la que te dicen. Entonces habla en español.

En serio, no es broma. Algo que descubrí, es que cada vez que me veían con cara de perdida me hablaban en español.

Aunque no lo crean, muchos hablan español bastante fluido y me sorprendí cuando noté que era más fácil que tu vendedor/persona X/personal turístico te dijera un fluido y sonriente “Hola” antes de un malhumorado “Hello”.

Un ejemplo. Cuando fuí a comprar la Paris Museum Card, las 2 personas que atendían el local les costaba trabajo explicarme el sistema de la tarjeta en inglés y se mostraban algo toscos conmigo. Pero cuando me preguntaron de dónde era, el rostro les cambió rotundamente y me hablaron con su español “afrancesado” explicándome de manera muy amablemente.
De todas formas, lo mejor es perder los miedos y lanzarse a hablar francés, por muy básico que sea.

Un consejo muy útil, es que intentes repetir lo que escuchas. Por ejemplo, si quieres comprar algo para comer, miras en la vitrina y escuchas atento lo que otros piden, intenta repetir la frase y cuando te toque, pides eso.
Verás como tu francés mejora enormemente con esto :)

4. Cordialidad ante todo y sobretodo respeto

Lo primero que uno piensa al viajar, es que la gente te tiene que tratar bien por el simple hecho de ser turista. Wrong! Como tratas es como te tratarán, si eres desagradable y pedante, ten por seguro que te darán el corte pronto y te mandarán a volar.

En París, como en todos lados, este consejo aplica muy bien. Si vas con buena actitud y una sonrisa, te van a responder bien (no digo que de forma sonriente, pero al menos bien y amable).

Yo veía a muchos que iban en plan pedante y con cero respeto. O sea, cómo esperan que se les trate bien si son desagradables y todo lo que recorren lo encuentran fome y sin gracia (perdón, pero me tocaron varios compatriotas que se quejaban porque Notre Dame tiene muchas escaleras y que era lo más fome que habían visto).

Mostrar respeto te hace ganar puntos. Es como acá en Chile, si ves a un turista entusiasmado con la empanada, uno poco menos lo trata ya como amigo intimo. No digo que pase igual en otras partes, pero al menos el trato mejora.

5. No son personajes, son personas

Está bien, París es considerada “la ciudad del amour” pero eso no significa que la gente sea por analogía “las personas del amour”. Los parisinos no son personajes sacados de un musical o de una película, son personas normales como tú y como yo.

No andan por la vida sonriendo o recitando poemas de amor a los cuatro vientos. Son personas con trabajos, con problemas típicos, con hambre, con sed, con estrés, con ganas de mandar todo al carajo o con ganas de sonreír y conversar.

Uno tiende a olvidar eso. Más en ciudades como París, donde la hemos visto tantas veces en películas o en canciones, que tenemos esa idea de una ciudad romántica, llena de luces, color, sofisticación, estilo, café, chocolates y mucho amour

Pero eso es como el ideal hollywoodense. París es ante todo, una ciudad y capital además, por lo tanto, está habitada con personas típicas. Sí, puede que muchos se vistan mejor que tú, pero no difieren demasiado de lo que vives en tu día a día.

Toma esto en cuenta cuando vayas a hablar o preguntarle algo a alguien. Puede que lo pilles en un mal momento y te mande al carajo enseguida.

6. No son latinos, no esperes ni baile ni carnaval

Debería haber empezado con este punto.
Algo que nos pasa a muchos latinoamericanos, es que esperamos el mismo trato cordial o la misma alegría. Pero son europeos, es otra la forma de ser.

Imagínense que dentro de la misma latinoamérica hay diferencias. Los chilenos somos más tímidos (pero no por eso menos alegres), los argentinos más cancheros (con más personalidad y para nada tímidos), los brasileños más alegres y así podemos seguir con todos (nota: sé que muchos pueden diferir pero es un ejemplo).

Así que no se olviden de este punto, para que no salgan decepcionados al esperar un abrazo, un beso y un “¡amigo viajero!” (a menos que se encuentren con un compatriota allá, porque el patriotismo nace solito), porque obtendrán una simple y seca respuesta.

7. Ah sí, ¡sonríe! :D

Este consejo vale también para tu trato diario con el mundo. Sonreír no cuesta nada y te genera muchos beneficios.

Siempre es agradable recibir una sonrisa, te alegra el día.  Y si preguntas cualquier cosa con buena actitud y una sonrisa cordial, entonces ten por seguro que el trato contigo será bastante mejor que si vas con actitud desagradable y mala cara.

Obviamente con esto no quiero decir que tienes que andar con la sonrisa pegada en el rostro, cual miss universo, pero sí que lo hagas de vez en cuando.

Dejo claro que estos consejos son opinión personal y netamente basados en mi experiencia (más bien en “qué hice diferente del resto”). Y más que una guía para seguir al pie de la letra, tómenlos como consejos básicos aplicables a todas las ciudades y situaciones.
Espero que tips les sean útiles y no duden en contarme qué tal les va cuando los apliquen.

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