(Nota: Esta entrada debía haber sido publicada ayer, pero llegué tan tarde que no tuve tiempo de terminarla)
Me había aguantado las ganas de escribir antes, quizás porque aún no me sentía con deseos de retomar mis cosas o quizás porque quería que esto fuese sorpresa.
El tema es que estoy en Antofagasta. Así es, estoy haciendo un viaje flash a la capital minera de Chile por motivo de una reunión con mis compañeros del colegio.
No sé si les había comentado lo mucho que extrañaba el mar y el desierto, así que mientras volábamos por sobre el desierto de atacama, mi corazón saltaba de alegría al ver la mezcla de rojos, terracotas y amarillos que se unen en el desierto y cómo estos eran cortados por el poderoso mar.
Acá el mar es poderoso, indomable. Cada año se toma la costa, y no importa que agreguen protecciones, el mar siempre reclama lo suyo. Eso me sorprendía cada año y aún lo sigue haciendo.
Antofagasta me estaba esperando con un cielo nublado, algo de calor y un viento fresco. Un reencuentro con la ciudad que dejé hace tantos años.
Después de llegar al hotel (que por cierto me encanta, la habitación es muy cómoda) quise salir a caminar, así que recorrí todo el borde costero hasta llegar al mall. Hay cosas que han cambiado, otras han mejorado pero lo que sigue igual es el servicio de comidas… me decepcionó notar que todo sigue igual, al menos el mesero que me atendió cuando fui a almorzar, fue muy atento. Pero el resto de las chicas me decepcionaron bastante.
Luego partíde regreso al hotel. Tomé el camino que usualmente usaba, cuando regresaba del centro a la casa.
Me fuí caminando por Matta hasta llegar a la avenida Brasil y antes de llegar a Angamos, tomé la costanera por el parque croata hasta mi hotel.
Esta mini caminata por la ciudad me permitió ver que está la fiesta de las colonias. Así que espero mañana por ir un ratito para sacar fotos.
En la noche fue mi reunión con el pasado. Ver a mis ex compañeros de colegio me alegró bastante.
Era extraño ver las mismas caras, las mismas risas, las mismas sensaciones pero 12 años después. Me gustó.
A veces es necesario un mini reencuentro con el pasado para seguir avanzando y eso me motiva a seguir haciendo cosas.
Hasta ahora, estoy contenta con todo. Espero que mañana, todo vaya en asenso.
¡Un beso a todos!